Empresa metalúrgica radicada en San Nicolás de los Arroyos, al norte de la provincia de Buenos Aires, fundada en 1971.
Sus primeros años de actividad estuvieron dedicados exclusiva mente al corte y plegado de chapas dirigida a la industria de la maquinaria agrícola, de gran desarrollo en aquel momento del país.
LEVAL S.A. abastecía, además, para ese entonces a empresas constructoras y talleres de reparaciones navales.
Después de casi tres décadas de actividades, la empresa ha orientado su especialización en la provisión de agro partes para la industria de la maquinaria agrícola y en la fabricación de acoplados rurales, en especial graneleros auto descargables en los últimos cinco años.
En los últimos tiempos LEVAL S.A. ha desarrollado la fabricación de estructuras metálicas de toda índole, además de la provisión de servicios metalúrgicos dirigidos a satisfacer las necesidades de las industrias siderúrgicas de la zona de las que es proveedor habitual.
EL PROYECTO AUTOMOTRIZ: EL CAMIÓN LIVIANO.
A inicios de la década del 90' fue diseñado y desarrollado entre 1991 y 1992, el presupuesto (según afirma el dueño) para la producción de la unidad constó del equivalente al valor de "cinco camiones Scania 0km" de la época. Este proyecto contaba con componentes OEM de facil adquisicion en el mercado como el diferencial Dana, caja de velocidades de Ford F-350 y motor Perkins, eje delantero imitacion al del 608. En cuanto al chasis definitivo fue diseñado y fabricado por un ingeniero de Ford, ya que el primer chasis no tuvo la calidad deseada. Cabe destacar que aun existe esta única unidad y es propiedad del dueño de Leval.
Como se mencionó en renglones anteriores, se utilizaron ópticas delanteras de Volkswagen Gacel junto con el tablero del mismo vehículo.
PRESENTACIÓN AL PÚBLICO Se presentó en la feria de las colectividades de San Nicolás de los Arroyos a inicios de 1993, con un gran interés por parte del público y cerca de 37 pedidos de compra, los cuales no se pudieron concretar debido a que como se mencionó en párrafos anteriores, la empresa no tenía el rango de terminal automotriz. Cabe destacar que en la misma Feria de las colectividades nicoleña, se presentaron otros camiones como el Feresa.
EL TRASPIE Según palabras del dueño estimaba poder venderlo en 37000 dólares, cuando un Ford F-350 valia 40000 dolares. El proyecto se abandonó por cansancio y resignación del propio dueño de Leval, debido a la burocracia imperante de la época (entiendasé tramites y papeles varios) sumado a los incesantes viajes entre San Nicolás y la por entonces Capital Federal.
Así, Leval no pudo obtener jamás el decreto del poder ejecutivo que declaraba a la empresa como terminal automotriz.
LA VIDA DESPUÉS DEL TRASPIE Sin la posibilidad de producirlo en serie, la por entonces Siderar (hoy Ternium) le permitió tener al camión trabajando internamente en la empresa, asegurado y todo. Pero como el camión no tenía papeles para circular, una vez finalizado el acuerdo entre la siderurgica y Leval no siguió trabajando y fue guardado por el dueño de Leval.