Gran agradecimiento a Adolfo Muiño por el recorte del diario La Nación, del domingo 22 de octubre de 2006.
Dos nuevos fabricantes: Tatsa y Materfer aprovechan su capacidad instalada para producir colectivos.
Se dieron varias cosas que permitieron que surgieran en la Argentina otras terminales automotrices.
Claro que, mucho más modestas y opacadas por los despliegues en las presentaciones de sus productos que suelen hacer los fabricantes de autos.
Por estos días, cuando el presidente N. Kirchner ponga la firma en un decreto que lo reconozca formalmente, habrán surgido dos automotrices nuevas que producirán sus vehículos en el país.
Se trata de dos fábricas de chasis de buses: una que ya fabrica y vende colectivos "made in Argentina" y otra que ya produce, pero que aún novende, a la espera del decreto que la autorice.
La primera es Tecnología Avanzada de Transporte (TATSA), empresa vinculada al Grupo Cirigliano, uno de los principales "jugadores" en el sector del transporte de pasajeros, concesionaria de Trenes de Buenos Aires (TBA) y del Grupo Plaza, que produce 30 unidades al mes en la planta que tiene en la localidad de San Martín, en la ex fábrica militar.
La otra es Materfer, de Córdoba, una de las compañías con la que el Grupo Taselli, que también tiene Trenes Metropolitanos, busca sacar provecho de las enormes instalaciones que tiene en las afueras de la capital cordobesa, produciendo colectivos.
El alumbramiento de estas dos nuevas terminales está asentado en cuestiones similares: ambas empresas son un apéndice de gigantescos talleres ferroviarios cuya capacidad instalada alcanza para arreglar todo el material ferroviario que envía el Gobierno y para mucho más.
Además, existen otras condiciones que se dieron la mano en esta coyuntura: un parque automotor que sólo en el área de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires tiene 14000 unidades, de las que más de la mitad pide a gritos un recambio, la revaluación del real en Brasil, principal productor de ómnibus en la región y la subvaluación del peso, que abarata los costos internos.
Líderes del mercado: El mercado de los colectivos está liderado, de lejos, por Mercedes-Benz. Sólo que esta marca no produce colectivos terminados, sino que hace un esqueleto conformado por el chasis y la cadena cinemática. Luego, estos chasis son carrozados, y para eso sí hay varias empresas que se dedican a vestir ese esqueleto. Entre las líderes está la local El Detalle y la chilena Metalpar, con una planta aquí.
"Nuestro proyecto es llegar a producir dos colectivos por día en la planta de Materfer, dijo a La Nación Ricardo Pettis, gerente general de la empresa, mientras explicaba qué se hacía en cada uno de los 70000 metros cubiertos que tiene la planta.
Los colectivos saldrán a la calle con la marca Materfer y las características principales son que tienen piso bajo, caja automática que sólo necesita que se oprima un botón para que marche y que se arodilla, es decir, que se inclina para que descienda un discapacitado.
"Dentro del vehículo fabricamos todo: desde la parte de fibra de vidrio hasta la electrónica", dijo Pettis. "Allí está parte de lo que vamos a instalar", agregó y señaló un envoltorio. Debajo, todavía inanimado, descansaba un robot soldador que será el que irá cosiendo el chasis de los colectivos con precisas soldaduras.
"Estamos armando el puente para instalarlo", manifestó y señaló una enorme estructura que varios obreros construían y que serán los dominios del nuevo habitante de la fábrica.
En otro sector, los ingenieros de Materfer desarrollaron un tablero digital que será el vigía del vehículo. "Acá fabricamos todo", repitió Pettis, mientras en el laboratorio soldaban con estaño los componentes del circuito que será el corazón electrónico del colectivo.
Los coches de TATSA también tienen características similares. "Por ahora, fabricamos uno por día, pero para el año que viene tendremos más producción", dijo Mario Cirigliano, que junto con su hermano Claudio encabezan el grupo transportista.
Sucede que, para abril, la firma anexará una nueva planta de ensamble de carrocerías y alistado de vehículos, con la que espera duplicar la capacidad de producción. Los vehículos de TATSA ya pueden verse en algunas de las líneas de Plaza o de las otras empresas que forman Cometrans, un conglomerado de compañías de colectivos que se asociaron para este emprendimiento. El valor al que se comercializa es de unos 80000 dólares por unidad.
Medidos en sus palabras, los empresarios no lo dicen abiertamente, pero en verdad, los proyectos están a caballo de la mayor oferta de financiamiento para que los transportistas puedan renovar sus deterioradas flotas. Loejos de las luminarias que rodean a las automotrices, estas dos terminales apuntan a convertirse en nuevas protagonistas de un mercado que no para de crecer.
Dos nuevos fabricantes: Tatsa y Materfer aprovechan su capacidad instalada para producir colectivos.
Se dieron varias cosas que permitieron que surgieran en la Argentina otras terminales automotrices.
Claro que, mucho más modestas y opacadas por los despliegues en las presentaciones de sus productos que suelen hacer los fabricantes de autos.
Por estos días, cuando el presidente N. Kirchner ponga la firma en un decreto que lo reconozca formalmente, habrán surgido dos automotrices nuevas que producirán sus vehículos en el país.
Se trata de dos fábricas de chasis de buses: una que ya fabrica y vende colectivos "made in Argentina" y otra que ya produce, pero que aún novende, a la espera del decreto que la autorice.
La primera es Tecnología Avanzada de Transporte (TATSA), empresa vinculada al Grupo Cirigliano, uno de los principales "jugadores" en el sector del transporte de pasajeros, concesionaria de Trenes de Buenos Aires (TBA) y del Grupo Plaza, que produce 30 unidades al mes en la planta que tiene en la localidad de San Martín, en la ex fábrica militar.
La otra es Materfer, de Córdoba, una de las compañías con la que el Grupo Taselli, que también tiene Trenes Metropolitanos, busca sacar provecho de las enormes instalaciones que tiene en las afueras de la capital cordobesa, produciendo colectivos.
El alumbramiento de estas dos nuevas terminales está asentado en cuestiones similares: ambas empresas son un apéndice de gigantescos talleres ferroviarios cuya capacidad instalada alcanza para arreglar todo el material ferroviario que envía el Gobierno y para mucho más.
Además, existen otras condiciones que se dieron la mano en esta coyuntura: un parque automotor que sólo en el área de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires tiene 14000 unidades, de las que más de la mitad pide a gritos un recambio, la revaluación del real en Brasil, principal productor de ómnibus en la región y la subvaluación del peso, que abarata los costos internos.
Líderes del mercado: El mercado de los colectivos está liderado, de lejos, por Mercedes-Benz. Sólo que esta marca no produce colectivos terminados, sino que hace un esqueleto conformado por el chasis y la cadena cinemática. Luego, estos chasis son carrozados, y para eso sí hay varias empresas que se dedican a vestir ese esqueleto. Entre las líderes está la local El Detalle y la chilena Metalpar, con una planta aquí.
"Nuestro proyecto es llegar a producir dos colectivos por día en la planta de Materfer, dijo a La Nación Ricardo Pettis, gerente general de la empresa, mientras explicaba qué se hacía en cada uno de los 70000 metros cubiertos que tiene la planta.
Los colectivos saldrán a la calle con la marca Materfer y las características principales son que tienen piso bajo, caja automática que sólo necesita que se oprima un botón para que marche y que se arodilla, es decir, que se inclina para que descienda un discapacitado.
"Dentro del vehículo fabricamos todo: desde la parte de fibra de vidrio hasta la electrónica", dijo Pettis. "Allí está parte de lo que vamos a instalar", agregó y señaló un envoltorio. Debajo, todavía inanimado, descansaba un robot soldador que será el que irá cosiendo el chasis de los colectivos con precisas soldaduras.
"Estamos armando el puente para instalarlo", manifestó y señaló una enorme estructura que varios obreros construían y que serán los dominios del nuevo habitante de la fábrica.
En otro sector, los ingenieros de Materfer desarrollaron un tablero digital que será el vigía del vehículo. "Acá fabricamos todo", repitió Pettis, mientras en el laboratorio soldaban con estaño los componentes del circuito que será el corazón electrónico del colectivo.
Los coches de TATSA también tienen características similares. "Por ahora, fabricamos uno por día, pero para el año que viene tendremos más producción", dijo Mario Cirigliano, que junto con su hermano Claudio encabezan el grupo transportista.
Sucede que, para abril, la firma anexará una nueva planta de ensamble de carrocerías y alistado de vehículos, con la que espera duplicar la capacidad de producción. Los vehículos de TATSA ya pueden verse en algunas de las líneas de Plaza o de las otras empresas que forman Cometrans, un conglomerado de compañías de colectivos que se asociaron para este emprendimiento. El valor al que se comercializa es de unos 80000 dólares por unidad.
Medidos en sus palabras, los empresarios no lo dicen abiertamente, pero en verdad, los proyectos están a caballo de la mayor oferta de financiamiento para que los transportistas puedan renovar sus deterioradas flotas. Loejos de las luminarias que rodean a las automotrices, estas dos terminales apuntan a convertirse en nuevas protagonistas de un mercado que no para de crecer.