FORD L
A principios de la década del 80', específicamente 1981, Ford Motor Argentina compró el predio (el cual incluía el inmueble) de lo que era la fábrica de ascensores OTIS. Ubicado en Ingeniero Maschwitz, norte del Gran Buenos Aires, se pensaba construir la planta de fabricación de la línea L de camiones de Ford, los cuales iban a ser equipados con motor Caterpillar (imagen, a la izquierda). Uno de los modelos contemplados dentro del plan de fabricación, iba a ser el L8000. En 1980, se inició la construcción de una nueva planta destinada a la fabricación de camiones, como parte de un programa de modernización en el cual habrá de invertir 394 millones de dólares.
OBJETIVOS con la construcción de la nueva planta Ford Motor iba a separar el área de fabricación de automóviles de la que corresponde a vehículos industriales. Esta última ocupará un área de 77.210 metros cuadrados en las que estarán incluidas las secciones de pintura, armado, depósito de material productivo, edificios auxiliares, servicios, oficinas, sanitarios y vestuarios para el personal. La nueva planta contará además con otros 40.000 metros cuadrados de playas para estacionamiento de los empleados y 3 klómetros de calles pavimentadas. Para la empresa se supondría que iba aumentar la capacidad de producción de camiones y de autos al hacerlo en forma separada.
Así, la idea era segregar, en poco más de un año, el armado de camiones de la Planta de Montaje existente, la cual se adecuará y modernizará para el armado exclusivo de automóviles.
El proyecto incluía, la pavimentación de calles internas en un 50%, junto con la construcción de la estructura metálica que incluía 4000 toneladas de columnas y vigas.
SEGÚN MARTÍNEZ DE HOZ "En primer lugar -dijo- representa una inversión productiva que se hace en el país para construir algo que es importante para crear riqueza". "En segundo lugar, está representando la voluntad de cambio, el aceptar el desafío del cambio, de la modernización, del progreso, de la incorporación de la moderna tecnología...". "Y el tercer elemento es la conjunción de la inversión nacional con la inversión extranjera".
"Somos conscientes -expresó también- de que el progreso definitivo del país depende en primera y en última instancia del esfuerzo de los argentinos". "Tenemos que ser conscientes de que la medida en que vamos a desenvolvernos, a crecer y a desarrollarnos, depende de nuestro propio esfuerzo, de cada ciudadano, de cada trabajador, de cada empresario".
ANUNCIOS DE ÉPOCA en cuanto al programa de inversiones, el presidente de la empresa, Juan María Courard, señaló que constituye un acto de fe en el país y que en los próximos dos años la firma habrá volcado al programa 200 millones de dólares. "Somos conscientes -dijo al respecto- que nuestro crecimiento depende de nuestro propio esfuerzo" pues no se puede "esperar dádivas de afuera o siempre del Estado". "El crecimiento va a ser acelerado en la medida que todos -empresarios y trabajadores- conjuguen y sumen esfuerzos a un Estado que les debe brindar las reglas de juego para que eso signifique crecimiento".
El final de obra estaba programado para el mes de enero de 1982, pero como suele pasar y se hace costumbre, lamentablemente se frustró por políticas económicas de la época y también según un transportista: "Una terminal que se instaló unos años antes, le puso trabas para la producción. Yo lleve los trenes de armado a la planta de Ford".
Así, la marca del óvalo se tuvo que contentar únicamente con la línea F de camiones medianos y se acabó el sueño de tener pesados fabricados en el país. Cosas de Argentina...
El edificio, posteriormente, se volvió a vender a la firma ascensores Otis (ver imagen, abajo), su primer dueño.
MACK EN ARGENTINA
Fuente: http://www.camionesclasicos.com/FORO/viewtopic.php?f=54&t=19091&hilit=mack / http://cdi.mecon.gob.ar/greenstone/collect/informac/index/assoc/HASH0e6e/85d47dc7.dir/doc.pdf